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"Hace años, tomó la decisión de luchar contra estos obstáculos y comenzó a comprar tantos contrabajos como pudo y continuó dando lecciones privadas, donde perfeccionó su método de enseñanza. Una vez que sintió que tenía suficientes instrumentos, contactó a Búcara y ellos han estado guiando el proyecto desde entonces. Cuando Esar mostró a Búcara su propuesta, se identificaron fuertemente con el proyecto."
La Escuela Paralela es una creación del músico clásico Esar Simó, actualmente patrocinado por Búcara Culture Lab. Al oeste de la Ciudad Colonial se encuentra Gascue. Todos los domingos, en el patio trasero al aire libre de una casa, organizan un "Taller de Iniciación al Contrabajo" para grupos, sin costo alguno. Puede que conozcas este instrumento como contrabajo de pie, contrabajo vertical o simplemente contrabajo. El programa acoge a niños, jóvenes y adultos para trabajar en técnicas de música clásica y popular y en la construcción de repertorio. El taller está bajo la guía de Esar Simó, miembro de la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Dominicana, educador musical, músico de sesión, y contrabajista de jazz y freelance.
Esar está tan formalmente entrenado como músico clásico como uno podría estarlo, sin embargo, siempre ha expresado que hay un problema con la manera en que enseñamos música y cómo fomentamos ese interés por ciertos instrumentos, especialmente en nuestros jóvenes. Desde este punto, diseñó un nuevo método para enseñar contrabajo, uno que, según él, acortaba el tiempo desde ser un completo principiante hasta alguien que comprendía el instrumento y tenía una base sólida para trabajar a partir de entonces. Ha desarrollado un "sistema paralelo" para la educación del contrabajo, de ahí el nombre de la escuela.
Esar ha estado enseñando música desde el año 2000, cuando regresó de sus estudios en Atlanta, Georgia. Antes de eso, solía acompañar a su padre, Israel Simó, a enseñar teoría musical y solfeo en varios lugares, incluido el Conservatorio Nacional de Música en su adolescencia tardía. Desde su experiencia sabía que había interés en tocar el contrabajo en Santo Domingo, sin embargo, entendía que había obstáculos. Algunos de estos obstáculos eran financieros, lo que limita el acceso a clases e instrumentos, y algunos eran culturales, por ejemplo, creer que este instrumento solo pertenece en manos de músicos clásicos o de jazz.
Hace años, tomó la decisión de luchar contra estos obstáculos y comenzó a comprar tantos contrabajos como pudo y continuó dando lecciones privadas, donde perfeccionó su método de enseñanza. Una vez que sintió que tenía suficientes instrumentos, contactó a Búcara y ellos han estado guiando el proyecto desde entonces. Cuando Esar mostró a Búcara su propuesta, se identificaron fuertemente con el proyecto.
Búcara es un "laboratorio de cultura," y toman la parte del laboratorio de su identidad muy en serio. Aunque esta definición pueda parecer contraintuitiva, porque todo lo que hace el laboratorio es experimentar, así es como crece. Búcara siempre está pensando en formas de intervenir en el sector cultural. ¡Siempre están inventando! Búcara es un lugar donde valoran la importancia de la creatividad y la cultura y su papel principal en la sociedad. Apoyar proyectos o individuos que necesitan orientación en sus empeños creativos es una parte importante de su ethos.
Desde el momento en que La Escuela Paralela se lanzó en las redes sociales, debido al nombre bien conocido de Esar en el circuito de músicos, la gente comenzó a inscribirse. Están orgullosos de decir que en los primeros tres meses del año, realizaron clases todos los domingos y organizaron dos clases magistrales con instructores del extranjero. Todos los domingos abren las puertas de la casa de la familia Simó Vázquez a todos los que estén interesados en aprender a tocar el contrabajo. Los instrumentos musicales, así como el equipo y los materiales didácticos, se proporcionan durante el taller.
Este es el otro aspecto que define a La Escuela Paralela: a diferencia de las escuelas de música tradicionales, no exige mayores habilidades musicales de sus estudiantes. Solo exige intenciones nobles y serias de practicar el instrumento cada vez que decidas venir y trabajar con ellos. Esperan sinceramente recibir más estudiantes con cada fin de semana que pasa y, de alguna manera, contribuir al viaje que la música puede convertirse en la vida de sus estudiantes.
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